Dirigir un restaurante con éxito no solo depende de tener buena comida y un buen servicio, sino también de contar con un equipo bien equilibrado. A menudo, el problema no es la falta de personal, sino que los miembros del equipo no están desempeñando los roles adecuados. Aquí es donde la teoría de los nueve roles de Belbin puede marcar la diferencia.
Meredith Belbin identificó nueve roles clave en los equipos de trabajo, divididos en tres categorías: roles de acción, roles sociales y roles mentales. Aplicar estos roles en un restaurante puede mejorar la productividad, el ambiente laboral y la satisfacción del cliente.
Veamos cómo puedes estructurar tu equipo para obtener el máximo rendimiento.
1. Roles de Acción: Los que hacen que las cosas sucedan
Impulsor – El jefe de cocina o el gerente exigente
Es el que empuja al equipo hacia adelante. Tiene energía, decisión y no le gusta perder el tiempo. En la cocina, es el chef que mantiene el ritmo en los momentos de más estrés. En la gestión, es el gerente que presiona para alcanzar los objetivos.
💡 Ejemplo: Cuando hay un servicio lleno y la cocina se retrasa, el impulsor es quien motiva al equipo con frases como “¡Vamos, chicos! ¡No podemos perder ni un minuto!”.
Implementador – El encargado de sala o el jefe de turno
Es el que convierte las ideas en acciones concretas. Se asegura de que el equipo siga los procesos y mantiene la disciplina.
💡 Ejemplo: Si el restaurante decide cambiar la forma en que se toman las comandas, el implementador se encargará de que todos los camareros usen el nuevo sistema correctamente.
Finalizador – El supervisor de calidad
Es el perfeccionista del equipo. Se fija en los detalles y se asegura de que cada plato salga impecable y que el servicio sea impecable.
💡 Ejemplo: Antes de que salga un plato de la cocina, el finalizador lo revisa y dice: “Esa ensalada está mal presentada, vuelve a montarla”.
2. Roles Sociales: Los que mantienen el equipo unido
Coordinador – El gerente del restaurante
Es el líder nato que sabe delegar. No es el que más trabaja, pero sí el que hace que los demás trabajen bien juntos.
💡 Ejemplo: En una reunión de equipo, el coordinador escucha todas las opiniones y dice: “Vamos a dividir tareas para que esto salga perfecto”.
Investigador de recursos – El encargado de compras o relaciones públicas
Es extrovertido y siempre busca nuevas oportunidades para mejorar el negocio. Puede traer nuevas ideas, proveedores o colaboraciones.
💡 Ejemplo: Encuentra un proveedor que ofrece un café gourmet exclusivo y lo propone como una nueva oferta en la carta.
Cohesionador – El camarero experimentado o el segundo de cocina
Es el que mantiene la armonía en el equipo. Si hay conflictos, trata de calmar la situación.
💡 Ejemplo: Si hay una discusión entre el chef y un camarero, el cohesionador dice: “Chicos, todos queremos que el cliente esté feliz, vamos a calmarnos y a trabajar juntos”.
3. Roles Mentales: Los que aportan creatividad y estrategia
Cerebro – El chef creativo o el director gastronómico
Es el innovador del equipo. Se le ocurren nuevas ideas para sorprender a los clientes.
💡 Ejemplo: Propone un plato fuera de carta con ingredientes poco comunes que termina siendo un éxito.
Monitor Evaluador – El responsable financiero o auditor
Es el analítico, el que toma decisiones con lógica. Evalúa costes y rentabilidad del negocio.
💡 Ejemplo: Se da cuenta de que un plato tiene un margen de beneficio muy bajo y sugiere ajustar el precio o cambiar la receta.
Especialista – El sumiller, barista o experto en cocina específica
Es la persona con un conocimiento técnico profundo en un área concreta.
💡 Ejemplo: El sumiller recomienda vinos perfectos para cada plato, elevando la experiencia gastronómica.
Cómo aplicar esta teoría en tu restaurante
Para mejorar el rendimiento de tu equipo, haz un análisis rápido:
✅ Identifica los roles de cada persona – Pregúntate: ¿Quién es el más creativo? ¿Quién mantiene la calma en los momentos de estrés? ¿Quién es el que más se fija en los detalles?
✅ Equilibra el equipo – Si todos son impulsores, habrá muchas prisas pero poco orden. Si solo hay cohesionadores, habrá buen ambiente, pero poca iniciativa.
✅ Asigna tareas según los roles – Si tienes a un especialista en vinos, deja que él haga las recomendaciones. Si tienes a alguien analítico, dale el control de los números.
✅ Fomenta la comunicación – Un equipo que conoce sus fortalezas y debilidades trabaja mejor en conjunto.
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